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Akasha diosa
Tarot de la diosa akasha
Akasha era la vampira más hermosa. Incluso cuando estaba convertida en piedra, su piel reflejaba la luz de la luna. Akasha tenía una piel tan hermosa que no tenía ni una sola mancha. Tenía unos ojos muy oscuros, casi negros y lustrosos, y unas mejillas que “brillaban como perlas”. Se la describía como una mujer de extremidades firmes y torneadas y hombros rectos. Tenía el pelo negro, a menudo trenzado al estilo egipcio, y largo y rizado cuando estaba suelto. Tenía una voz alta y femenina y un rostro sereno. Era de Uruk, una antigua ciudad que se encuentra en el actual Irak.
Akasha es una persona egoísta, vacía y nihilista, sin sentido de la moral ni de la compasión humana. Sus acciones se basan casi siempre en su necesidad de llenar su propio vacío interior. Maharet la describe como el único monstruo verdadero entre ellos porque se niega a reconocer su propia monstruosidad.
Akasha era originaria de Uruk, ahora conocida como Irak. Nació hace más de 6.000 años, mucho antes de que “el primer faraón construyera la primera pirámide”. A una edad temprana se casó con Enkil, el rey de Kemet (que más tarde se convertiría en Egipto). Akasha y su marido Enkil querían que sus súbditos se alejaran del canibalismo y les animaron a comer granos mediante la agricultura. Según Marius en El Vampiro Lestat, Akasha y su marido no fueron los primeros en seguir este camino en Kemet, pero sí fueron los primeros gobernantes, y quizás fueron influenciados por creyentes anteriores. Akasha se convirtió en una gobernante muy querida por alejar a su pueblo de la violencia y acercarlo a la paz.
Oración sagrada a la madre divina akasha, música
En el hinduismo, Akasha significa la base y la esencia de todas las cosas en el mundo material; el primer elemento material creado a partir del mundo astral (Aire, Fuego, Agua, Tierra son los otros cuatro en secuencia). Es uno de los Panchamahabhuta, o “cinco elementos”; su principal característica es el Shabda (sonido). En sánscrito, la palabra significa “espacio”, el primer elemento de la creación. En hindi, marathi y gujarati, y en muchas otras lenguas indias, el significado de Akasha ha sido aceptado como cielo[1].
Las escuelas Nyaya y Vaisheshika de la filosofía hindú afirman que el Akasha o éter es la quinta sustancia física, que es el sustrato de la cualidad del sonido. Es la sustancia física única, eterna y omnipresente, que es imperceptible[2].
Akasha es el espacio en la concepción jainista del cosmos. Pertenece a la categoría de Ajiva, dividido en dos partes: Loakasa (la parte ocupada por el mundo material) y Aloakasa (el espacio más allá de éste, que es absolutamente nulo y vacío). En Loakasa el universo forma sólo una parte. Akasha es lo que da espacio y da cabida a la existencia de todas las sustancias extendidas[4].
Akasha: el más misterioso de los cinco elementos | sadhguru
Las escuelas Nyaya y Vaisheshika de la filosofía hindú afirman que el akasha o éter es la quinta sustancia física, que es el sustrato de la cualidad del sonido. Es la sustancia física única, eterna y omnipresente, que es imperceptible[2].
Pertenece a la categoría Ajiva, dividida en dos partes: Loakasa (la parte ocupada por el mundo material) y Aloakasa (el espacio más allá de él, que es absolutamente nulo y vacío). En Loakasa el universo forma sólo una parte. Akasha es lo que da espacio y da cabida a la existencia de todas las sustancias extendidas[8].
La filosofía místico-religiosa occidental llamada Teosofía ha popularizado la palabra akasha como adjetivo, mediante el uso del término “registros akásicos” o “biblioteca akásica”, refiriéndose a un compendio etérico de todo el conocimiento y la historia.
La historia de la reina Akasha se comparte como una figura de fuerza, poder y divinidad, ya que se elevó a grandes alturas tras no sólo su belleza, sino su intelecto e ingenio. (Las historias de Ezorham, África Oriental, 1967)
La reina de los condenados (4/8) movie clip
En el hinduismo, Akasha significa la base y la esencia de todas las cosas del mundo material; el primer elemento material creado a partir del mundo astral (Aire, Fuego, Agua y Tierra son los otros cuatro en secuencia). Es uno de los Panchamahabhuta, o “cinco elementos”; su principal característica es el Shabda (sonido). En sánscrito, la palabra significa “espacio”, el primer elemento de la creación. En hindi, marathi y gujarati, y en muchas otras lenguas indias, el significado de Akasha ha sido aceptado como cielo[1].
Las escuelas Nyaya y Vaisheshika de la filosofía hindú afirman que el Akasha o éter es la quinta sustancia física, que es el sustrato de la cualidad del sonido. Es la sustancia física única, eterna y omnipresente, que es imperceptible[2].
Akasha es el espacio en la concepción jainista del cosmos. Pertenece a la categoría de Ajiva, dividido en dos partes: Loakasa (la parte ocupada por el mundo material) y Aloakasa (el espacio más allá de éste, que es absolutamente nulo y vacío). En Loakasa el universo forma sólo una parte. Akasha es lo que da espacio y da cabida a la existencia de todas las sustancias extendidas[4].